01-05-2015
Si viajas lejos este verano, cuidado con el síndrome turista
El denominado Síndrome de la Clase Turista o Trombosis Venosa Profunda (TVP) puede darse cuando permanecemos mucho tiempo en una misma posición y sin apenas movernos, como cuando realizamos un viaje largo, especialmente en avión. Los aviones, especialmente en las líneas deno-minadas “low cost” buscan aprovechar al máximo el espacio y, a menudo, reducen la zona del via-jero a la mínima expresión.

El resultado es que las personas que viajan en avión apenas disponen de espacio para mover las piernas, con lo que la sangre queda estancada en las extremidades inferiores, pudiendo llegar a pro-ducirse coágulos potencialmente peligrosos.

Este síndrome se suele dar en trayectos que superan las 4 horas de duración y, aunque como ya he-mos dicho afecta más durante los viajes en avión, debido también a la disminución de la presión barométrica y la baja humedad del interior de los aviones, también puede darse en trayectos en co-che o en tren.

Personas con factor de riesgo de sufrir el síndrome de clase turista

Si bien es cierto que el síndrome turista es poco habitual, con una incidencia de tan sólo un 1% en personas sin factores de riesgo, esta cifra puede llegar al 4 ó 5% en personas con factores de riesgo. Los factores que pueden llevar a determinadas personas a una situación de peligro en viajes largos avión son: sobrepeso, hipertensión, enfermedades cardíacas, personas que siguen tratamientos con estrógenos o anticonceptivos orales, mujeres embarazadas, personas mayores, con problemas de circulación o enfermedades vasculares. También se encuentran dentro de este grupo de riesgo las personas que fuman o consumen alcohol.

Para las personas que se encuentren dentro de uno de estos grupos de riesgo, es aconsejable que consulten con un especialista en salud vascular que les pueda aconsejar la mejor manera de viajar.


Qué hacer durante el viaje

En el trayecto se pueden adoptar una serie de sencillas medidas que paliarán los efectos del largo viaje y de la falta de espacio.

- Levántate al menos una vez cada hora, anda un poco por el pasillo del avión y mueve los pies mientras estés en el asiento.

- Para viajes en coche, se recomienda hacer paradas cada cierto tiempo para estirar las piernas.

- Evita viajar con ropa ajustada o mantener las piernas cruzadas durante el trayecto.

- Evita que te queden las piernas colgando o excesivamente dobladas.

- Bebe mucha agua. La hidratación es fundamental para combatir la falta de humedad en los vuelos.

- Evita tomar café o alcohol durante el trayecto.

Presta atención a los síntomas. Si durante o después del viaje sientes hinchazón, dolor en la pantorrilla o el muslo, coloración azulada de las extremidades inferiores o molestias como dolor en el pecho o dificultad al respirar, consulta con un miembro de la tripulación o con un médico para evitar complicaciones.
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